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domingo, 23 de agosto de 2015

Peso y medidas 22/08/2015



  Los resultados de esta semana son estos, pero lo mejor de todo es el beso de mi pareja y su: "Estoy muy contento, todo lo que te propones lo consigues" Gracias mi amor por todo lo que haces por mí... Te quiero 

sábado, 15 de agosto de 2015

Peso y medidas 18/08/2015



" TU no necesitas nada para tener el cuerpo  que deseas, pues ya lo construiste una vez " " Para Motivarte hacia tu nueva imagen déjame que te regale esto (sujetador deportivo )" estas palabras son tan fuertes y sinceras que son mi motivación semanal, Gracias Elegibo por todo 

jueves, 13 de agosto de 2015

La historia de mi peso

Hoy ha sido muy duro pesarme en la psicóloga y nutricionista, peso exactamente 129 Kg con 450 gramos, si, es duro e impactante. La última vez que hice dieta en serio pesaba exactamente diez kilos menos y sinceramente lo único que me molesta es haberme vuelto a fallarme a mí misma.

Sinceramente no sé cómo me he fallado y traicionado, pues durante este año he comido sano, no niego ni lo hare nunca que hay días que a lo mejor he salido a comer fuera y evidentemente la comida no era tan sana, he entrenado pero no tan duro como lo hacía antes.

En este punto muchas personas me dirán pues tienes lo que te mereces y en parte es cierto y en parte no, pues no creo que sea sano estar todo el día pendiente exclusivamente de cuánto pesa la lechuga que me he de comer o de cuantas calorías se pierden con una hora de boxeo o de elíptica. He vivido más de dos años y medio así, con el terror a que llegara el sábado y no hubiera perdido el peso esperado y tuviera que suprimir los únicos 45g de pan que comía en el almuerzo y por consiguiente los únicos hidratos que comía al día, tampoco veo que fuera correcto entrenar casi 3 horas diarias combinando súper-series con cardio durante más de una hora, más otros 60 minutos de elíptica y otra dos clases de boxeo a la semana.

Como es comprensible en la mayor parte de ese tiempo que estuve a dieta mi vida social se reducía al gym y a mi dieta. Pues si iba a comer con mi familia o con amigos me limitaba a comer pollo a la plancha o ensalada, lo que en muchas ocasiones me provocaba conflictos con mi familia y amigos, los cuales intentaban con buena intención hacerme probar mil cosas que yo no me podía permitir comer como eran: una tortillas de patatas, unas croquetas, o una tapa de jamón serrano. Ante mis 1000 negativas venían comentarios como: “si no estás tan mal “o “tú eres grande pero estas proporcionada “a medida que perdía peso estos comentarios se convertían en “venga que un día es un día “o “no te vas a pasar la vida a dieta ¿no?”.

Como yo seguía con mi negativa a no comer lo que no debía, intentaba salir lo mínimo posible y cambiar aquellas tapas por comentarios agradables sobre mi cuerpo como eran: “que delgada estas” o “qué guapa te estas poniendo “, sinceramente los comentarios que más gracia me hacían eran los que se dirigían a mi pareja cuando le decían “ahora estarás más contento ¿no?” o “ahora la veras más guapa “ pero nadie preguntaba si yo lo estaba con mi físico o cuanto sudor me costaban esos comentarios …

Aunque parezca contradictorio yo no recuerdo esa etapa de forma negativa sino la recuerdo como una época muy feliz, pues sentía que cada vez que me esforzaba hasta casi no poder respirar estaba más cerca de… conseguir algo que  hasta entonces no era importante para mí, nunca le di importancia a mi peso, nunca me importo que tejano me quedaba mejor o como me miraran los demás… simplemente creo que era una gorda feliz, pese a la crueldad de la sociedad y su canon de belleza, porque no eran pocas las ocasiones durante la adolescencia que no encontraba la ropa que quería o escuchaba cuchichear a las señoras diciendo “con lo joven que es y gordita que esta” a lo que siempre me giraba y le decía a la señora de turno “gorda pero no sorda” otro comentario muy recurrente era “que guapa eres que pena que este tan llena…” a lo que les respondía señora que no soy la luna… así os podría contar miles de anécdotas miles de ocasiones en que encontraba un mecanismo llamado sarcasmo, simpatía… o 100 nombres más para justificar aquellas dosis de realidad.

Durante esos más de dos años y medio perdí más de 36 kilos los cuales me cambiaron en lo más profundo de mí, me volví extremadamente coqueta me encantaba comprarme ropa en cualquier tienda solo por el hecho de saber que siempre tenían mi talla, podía elegir lo que quisiera de ropa, tenían lencería de mi talla, todos mis conocidos me comentaban cada medio minuto lo guapa que estaba y mi autoestima estaba tan alta que creo que puedo garantizar que es la única época de mi vida donde he sido verdaderamente feliz, ya que en esa misma época empecé la universidad y fui a vivir con el que hoy en día es mi marido, pero aunque suene tiste y superficial tener un buen cuerpo era lo único que me hacía feliz, tenía aquello que todo el mundo me había exigido durante toda mi vida, tenía un cuerpo que había construido con mi esfuerzo, y las sensaciones tan felices que me provocaban los demás y yo misma al mirarme al espejo, que si era necesario estar sin comer hidratos un día o una semana lo haría para seguir construyendo, creando lo que la sociedad y mi mente consideraban un cuerpo perfecto. Esa inmensa la felicidad que sentía al mirarme en el espejo vestida, desnuda… pero aún y así me veía imperfecta pero quería mas de aquella droga que era tener un buen cuerpo a los ojos de los demás.

Pero llego la frustración  la más tonta posiblemente… la más idiota y posiblemente la que me salvo de tener un problema más serio del que tengo ahora… la cuestión es que en un determinado momento al tocarme la barriga debajo de la piel me toque una abdominal que yo lo sentía bastante marcado y para mí fue el sumun de la felicidad el éxtasis en mi piel y claro está, se lo enseñe a  mi pareja a mis amigos, para mí era una medalla al trabajo duro, un éxito… creo que para mí fue como ganar unas olimpiadas… así que el sábado que me tocaba pesarme y medirme, (con mi entrenador, un culturista el cuál para mí y mi pareja que también hacia dieta era un poco más que un héroe) se lo comente, su respuesta me decepciono tanto que deje la dieta que hacía con él.
 Increíblemente a la semana me había engordado 5 kilos por lo que fui al CAP como es normal, me atendió mi doctora que me derivo a la enfermera la cual no consiguió hacerme bajar de peso de ninguna manera, por lo que me derivo a la unidad de obesidad donde ahora me atiende una nutricionista, una endocrina y una psicóloga.

Así fue mi primera dieta y sus resultados, pero es historia … actualmente el problema es mucho más serio pero tengo mejores profesionales a mi lado y el apoyo incondicional de mi pareja el cual al saber mi peso su respuesta fue “ eso nosotros lo solucionamos en dos días “ lo que medio más fuerza que cualquier Teseracto, también cuento con mi mejor amiga la que conoce mi alma como si fuera la suya, y mi mejor amigo el cuál para mí es un héroe por superar la obesidad y mantenerse. Pues conociendo el pasado, teniendo presente los apoyos en el presente, escribamos el futuro…


Mi objetivo superar la obesidad con ayuda médica y psicológica con una dieta sana y deporte diario pero sin ningún tipo de obsesión ni prisa pues lo más importante soy yo y mi salud.